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, la uva de mesa blanca, verde, amarilla, rosada, roja o negra

Curiosidades de la uva de mesa

Origen e importancia cultural

La uva de mesa proviene de la vid, científicamente conocida como Vitis vinífera L. En la antigüedad, esta fruta tenía una gran importancia cultural y simbólica, especialmente en los pueblos mediterráneos, donde marcaba los ciclos de las estaciones y era símbolo de prosperidad y buena suerte.

Variedades y características

 Además de su color (blanca, verde, amarilla, rosada, roja o negra), la uva de mesa se diferencia por sus variedades, que les otorgan características organolépticas únicas en sabor, aroma, forma, tamaño, dulzura, acidez, etc. Las bayas se desarrollan en racimos que pueden contener hasta 300 unidades y su pulpa puede ser más o menos dura o crujiente.

Valores nutricionales y conservación

La uva de mesa es principalmente agua (82-83%), y su valor nutricional es similar entre las variedades blancas y negras: alrededor de 65-69 kcal por cada 100 gramos, 16% de hidratos de carbono y menos de un gramo de fibra. Para conservarlas, se deben mantener a temperatura ambiente si se van a consumir en un plazo máximo de cinco días, y en el frigorífico (entre 3º C y 8º C) si se van a consumir en un periodo de entre cinco y doce días. Es importante no lavarlas antes de guardarlas y conservarlas en una bolsa de plástico cerrada o en un envase hermético para prolongar su vida útil.

La tradición de las doce uvas de la suerte

La costumbre de comer doce uvas en Nochevieja como símbolo de buena suerte y prosperidad se originó en el valle del Medio Vinalopó, en Alicante, a comienzos del siglo XX. Esta tradición se ha extendido a muchos países y es muy popular en España. La tradición determina que se debe terminar el año comiendo 12 uvas, una por cada campanada de la medianoche, lo que trae consigo un año de buena suerte y prosperidad.

¿Cómo comenzó la tradición de las 12 uvas?

La tradición de las 12 uvas en España se ha convertido en una de las costumbres más populares durante la celebración de la Nochevieja. Como suele ocurrir con muchas tradiciones, existen diferentes versiones sobre su origen y evolución.

Según el blog Muy Interesante, esta costumbre se remonta al siglo XIX, cuando la burguesía española comenzó a celebrar el cambio de año comiendo uvas y brindando con champán. No obstante, fue en la Nochevieja de 1909 cuando se popularizó la creencia de que comer doce uvas durante las campanadas de medianoche traía buena suerte para el nuevo año. En este año, hubo un excedente de uvas en la región de Alicante, lo que llevó a las distribuidoras a idear una estrategia comercial para aumentar las ventas. La leyenda de la buena suerte se unió a la tradición de comer uvas durante la Nochevieja, y desde entonces se comenzaron a vender paquetes de 12 uvas ya preparadas para dar la bienvenida al cambio de año.

Origen de la tradición y su evolución a lo largo del tiempo

Sin embargo, hay fuentes que indican que esta tradición se remonta a años anteriores. De hecho, se dice que en Madrid, durante las Navidades de 1880, la burguesía española comenzó a copiar las costumbres francesas de celebrar con champán y comer uvas en la Nochevieja. En esa época, el Ayuntamiento de Madrid había prohibido la celebración de fiestas en la calle, lo que llevó a los madrileños a reunirse en la Puerta del Sol para escuchar las campanadas. Como forma de protesta ante las medidas del Ayuntamiento y en burla hacia las costumbres de la burguesía, los madrileños comenzaron a comer uvas durante la Nochevieja.

Los medios de comunicación de la época recogen crónicas de estos hechos desde 1882, y en 1884 ya se habla de esta costumbre como algo habitual en Madrid durante la Nochevieja. Finalmente, la tradición de las 12 uvas se consolidó y se convirtió en una costumbre arraigada en toda España. Desde entonces, cada año se come un racimo de doce uvas durante las campanadas de medianoche para recibir con buena suerte el nuevo año.

 

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